Opinión: Videojuegos, una forma de arte

Mi hermanito, Samuel, ha querido colaborar con el blog, y como no podía ser de otra manera lo ha hecho con una entrada sobre videojuegos. Le aconsejé crear una cuenta y compartir el blog, pero insistió en que le parecía más apropiado robarme la cuenta unos minutos. Tiene un estilo muy bonito, las veces que escribe. Así que, sin más dilación, veamos qué nos cuenta :)



Una historia personal

Hey, soy un invitado especial. No sé tanto de libros como la propietaria de este blog, sin embargo, conozco muy bien otro ámbito: los videojuegos.
Fue cuando apenas tenia 5 o 6 años cuando me armé con una consola. Se trataba de una Nintendo DS (o una WII, no estoy seguro). Por algún motivo que ahora se me escapa, esto me cautivó especialmente. No sé decir ni a qué jugé primero, probablemente fue Mario Kart. Recuerdo estar con mi hermano, ambos equipados con los mandos, para ver quien era el mejor. 
Fue más tarde cuando obtuve una mejora para la DS. Este evento cambió completamente los horizontes, ahora tenía un montón de juegos más que jugar, me veia fascinado ante aquella cantidad de maravillas que ahora poseia. Gracias a ello pude jugar a juegos como Super Mario 64, que realmente cambió como veia mis acciones en un videojuego. Tambien pude jugar a Pokémon Diamante (del que tengo muchos recuerdos), Final Fantasy Tactics A2 que realmente cambió la forma que tenía de jugar y de enfocar mis acciones, y asi con una larga lista que sigue...
Luego llegó otro cambio, mi hermano me regalo su Play Station 2, la cual tenia muchisimos juegos. Recuerdo jugar a Final Fantasy X y XII sin realmente saber lo que hacia pero oye, me lo estaba pasando bien, ¿no era eso lo que mas importaba? Luego crecí un poco más y descubrí YouTube y vi que había personas que jugaba también a videojuegos, pero lo enfocaban de manera distinta. 
Fue entonces cuando obtuve una XBox 360; era una maravilla. Fue en ese momento que mis gustos se desarrollaron más, jugé a juegos maravillosos com Fallout 3, Dragon age Origins, Mass Effect 2, Street Fighter IV, Batman Arkham Asylum, y muchos más. 
De ahí vamos a la Play Station 4. Apenas hubo evolución y supongo que tiene sentido, ya soy más grande (no mucho), lo suficiente como para que ya las cosas no calen tan fácil. Hasta que llegó mi ordenador. Tenía claro que quería uno, sabía que era la mejor opción. Con él he podido jugar juegos que realmente me han afectado de manera significativa. Así es como llegamos hasta ahora.

Una forma de arte

Desde aquellos primeros momentos llegué a la conclusión de que eso era lo que quería, no solo era divertido, sentía que tenía mas posibilidades. A día de hoy tengo claro que los videojuegos son arte. Son un conjunto de todas las artes: música, dibujo, teatro, literatura... Lo tiene todo y además no es como en una pelicula donde tu no tienes interacción alguna porque, bueno el guión ya está hecho, no te puedes meter dentro de una peli. En un videojuego sin embargo, eres participe de los eventos, es más inversivo y te mete de manera directa en el mundo que están presentando. No solo eres participante de ello sino que escoges lo que va a ir pasando. Si decides ir por donde no debes probablemente te salga la pantalla de game over y eso ya es una interacción. 
En una película por ejemplo no importa lo que tu hagas, va a terminar igual para ti que para mí. Quizás lo veamos distinto, pero realmente ha pasado lo mismo, durante la introducción, el nudo y el desenlace. En un videojuego (si bien depende de cual porque en Mario siempre vas a salvar a Peach) aunque la introducción o el desenlace sea igual para todos porque ya hay una historia escrita, la manera de llegar a ese final habrá sido distinta. Quizás hayas pasado por los mismos niveles que otra persona, pero lo habréis afrontado de manera distinta. También esto depende del juego, claro. Hay juegos que tienen una historia. Sin embargo hay otros que no poseen trama y simplemente van de jugar, en cuyo caso se potencia la capacidad de interacción; no necesitan una historia para funcionar. En una película normalmente tiene que haber algo para entender qué ocurre sin embargo en un juego simplemente te pueden soltar ahí con cualquier premisa, como por ejemplo con Pac-Man que realmente nadie sabía qué sentido tenía eso, pero era divertido. Doom lo expresa aún mejor: los demonios nos invaden, toma una pistola, mátalos a todos. The Legend of Zelda también lo expresa bien: un chico se mete en una cueva donde un señor le dice que es peligroso ir por ahí sólo y que coja su espada y ya está, tienes una excusa
para comenzar. Y todo esto no le quita que sea un arte porque tu interacción sigue ahí. No hay nada más actualmente que te dé esas posibilidade. Además, el juego sigue teniendo que hacerse bien y con arte, porque al menos tiene que ser divertido para poder funcionar, y eso no es algo fácil de hacer ya que para empezar, programar el juego es complicado y para seguir tienes que hacer algo que te distinga del resto porque a día de hoy hay muchísimas personas hacéndolos. Para triunfar con un juego a día de hoy, debes tener algo que te distinga de lo que hacen los otros, aunque sea perfeccionando una fórmula ya existente. Es necesaria una distinción, aportar algo nuevo, ya sea en el apartado puramente artístico (gráficos, secuencias animadas...) o en la jugabilidad o un argumento original para que la fórmula funcione. Es así como tenemos juegos parecidos a blockbusters de cine: Call of Duty o FIFA, que si bien no tienen las fórmulas más originales o innovadores siguen funcionando (y lo demuestran en sus ventas), frente a juegos más indie o incluso más experimentales, que bucan llegar más allá de las fórmulas establecidas. Como se puede comprobar en el cine, los remakes acaban canssando. La gente se agota de ver lo mismo una y otra vez. Es por eso que cada cierto tiempo llega algo que reaviva las ideas, algo que causa que la gente se entusiasme, como pasó con Pokémon Go,  que si bien era Pokémon, innovó la manera en la que se juega y atrajo a más personas que no son jugadores habituales. Es una pena gastar miles de dólares y recursos en hacer una y otra vez lo mismo, sin cambiar realmente nada. Supongo que al final tiene sentido, ya que nueva gente va llegando poco a poco y éstas son las personas que, como novatos, quieren probar los más existoso, lo más popular.
Como con todo el arte, siempre hay espacio para la creatividad y la innovación, pero también hay espacio para la repetición y mil secuelas.


Unas recomendaciones


A continuación, voy a dejar una pequeña lista de juegos que recomiendo o que marcaron una parte de mis gustos actuales:
  • Final Fantasy Tactics Advanced 2: un juego para DS. Me lo habré pasado 5 veces y ninguna me ha cansado. Es un juego excelente, con unas mecánicas sólidas y divertidas. Este juego marcó mi forma de ver un combate, enfocándolo de manera más práctica y táctica. Probablemente de aquí venga mi amor hacia los juegos de estrategia por turnos.
  • Super Mario 64: es un gran juego, no hay más que declarar.
  • Mario Kart: ya he explicado antes la carga sentimental que tiene para mí. 
  • Megaman Starforce: la historia estaba bien, pero por alguna razón me atrapó mucho, seguramente fue porque era muy divertido y porque su banda sonora, si bien se hacia repetitiva, estaba muy bien.
  • Megaman ZX Advent: muy arcade. No creo que este juego me marcase pero
    realmente me gustó bastante. Tiene muy buenas mecánicas, parecidas a los megaman originales.
  • Dragon Age Origins: este juego hizo que le diese más importancia al guión y los personajes. Es simplemente sublime. Trama interesante, buenos personajes, mecanicas sólidas. La banda sonora le añade muchísimo a este juego. 
  • Mass Effect 2: se aplica lo mismo que con el anterior, añadiendo un sistema de combate que me encanta ya que junta shooter con RPG.
  • Fallout New Vegas: genial, maravilloso, espectacular. Me parece un juego fantástico, con una gran historia, muchas opciones donde no hay una ruta marcada. Hasta las misiones secundarias están bien hechas.

Este post, en resumen, es una oda a mi pasión, una carta hacia mi amado arte: los videojuegos.

¿Cuál es vuestra opinión?,
Sam.

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