Reseña: Coraline de Neil Gaiman

Coraline de Neil Gaiman.

Al día siguiente de mudarse de casa, Coraline explora las catorce puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero la decimocuarta está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue abrirla, Coraline se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce a otra casa tan parecida a la suya que resulta escalofriante. Sin embargo, hay ciertas diferencias que llaman su atención: la comida es más rica, los juguetes son tan desconocidos como maravillosos y, sobre todo, hay otra madre y otro padre que quieren que Coraline se quede con ellos, se convierta en su hija y no se marche nunca.

Coraline es una niña a la que le encanta explorar. Y en su nueva casa tiene un montón de cosas que curiosear y muchas aventuras por vivir...

Este fue el título con el que estrené mi book jar, el primerito que salió. Yo tenía este libro, pero la verdad es que no le había prestado mucha atención, era uno de esos libros que tienes por tener. Así que cuando este salió elegido al azar, la verdad es que no tenía ni la menor idea de sobre qué iba el libro.

De modo que comencé la lectura sin referencias o expectativas, casi sin saber de qué trataba.

Debo decir que no me arrepiento en absoluto. Esta peculiar novela corta tiene gancho, sabe como captar la atención desde el primero momento.

Desde la primera página, el autor sabe perfectamente cómo sumergirnos en el particular mundo de Coraline y en su mente misma, en los pensamientos de una niña de lo más especial, que es, claro está, la protagonista indiscutible de esta historia de fantasía.

Con este libro he disfrutado como una chiquilla; me ha sacado sonrisas, expresiones de sorpresa (y alguna de asco), me ha mantenido enganchada y encandilada, deseando saber lo que ocurriría y al mismo tiempo deseando que no acabara.

Gaiman realmente ha logrado que me volviera a sentir como una niña pequeña y ha sido por lo carismático y original que resulta, lo sorprendente que se muestra y lo encantador que es, sin duda, el relato y su protagonista.

No descarto alguna similitud con la archiconocida Alicia en el país de las maravillas (aunque nunca he leído el libro de Lewis Carroll), pero sin duda Coraline y toda su atmósfera es diferente y muy, muy especial.

Está plagado de tensión, alguna clase de encanto infantil un tanto inocente y a la vez esa atmósfera oscura tan lograda y delicada. La narración es perfecta, no se hace repetitiva, pesada o excesivamente corta. Describe lo que tiene que describir, cuenta exactamente lo que tiene que contar en un estilo sencillo que bien recuerda a un narrador de cuento y resulta preciso y muy cuidado en cada detalle.

Además, nos deja perlitas como esta cita de aquí:

“-Los gatos no tenemos nombre. -¿No?-dudó Coraline. -No-corroboró el gato-. Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quienes somos, por eso no necesitamos nombres.”

En otras palabras: he amado este libro desde el primer instante, que ha sido todo un descubrimiento, algo sorprendente y diferente que realmente no me esperaba que si tuviera que describir en tres palabras, sin duda serían especial (con esta van tres veces que lo digo en una reseña bastante corta, me siento redundante), diferente y atrapante.

Creo que puedo decir, sin temor a equivocarme, que me he enamorado de este autor.

Editorial: Salamandra

Año: 2003

ISBN: 847888579X

Nº de páginas: 158